viernes, 30 de noviembre de 2012

Ocaso

Ahora que empezaba a ser viejo había decidido morirse. No podía soportarlo. No podía soportar que el sarmiento de sus dedos le impidiera tocar el violín. No podía soportar que la humanidad de su cabeza acabara con su genio. No podía soportar que las vocales de su cuerpo fueran puro dolor. No podía soportar que la lentitud de los minutos ralentizara su carrera perfecta. No podía soportar a Dios, al que había amado tanto. Y ahora le traicionaba. Ahora que empezaba a ser viejo había decidido morirse. Aunque no sabía cómo. Estaba tan solo. Y tenía tanto miedo.

Como siempre. Pero ya demasiado tarde.

De "Teoría de Fragmentos"

domingo, 25 de noviembre de 2012

Palabras

Necesito tus palabras

invadir tu hoy tu cama

cuando cae sigilosa desde el viento

la desnuda vergüenza de la ropa

necesito que me toques

necesito

el vientre muelle de tu norte donde reposar mi ayer

necesito desde el sexo

de la espada

nacer tu pelo tu cara

te necesito arriba y abajo

a diestra y a esperma

desde el reloj a la tierra

desde la espalda al océano

desde dios al aserrín


este abril que me pesa.



De "Ni en los vientos, ni en los mapas"

domingo, 18 de noviembre de 2012

La Mosca

(estilo a ráfagas; lea atentamente este ejemplo)

Sobre la mesa un mantel. Sobre el mantel un confite. Sobre el confite la mosca. Sobrevolándolo. Sobrevolándome. Permanezco quieto a ver qué pasa. Con su zumbido interpreta una eufonía pura en cuatro movimientos. VIVACE. ALLEGRETTO. PRESTO. ALLEGRO CON BRIO. Vuela como un hombre jamás podrá hacerlo. Su acrobacia reta todas las leyes. Mientras rubrica el viento leo en su desafío de volatines una literatura titiritera, un libro lejos. Evoluciona, aérea, flameando versos -verso a verso- que jamás hubiera imaginado existir. Abigarra el éter de revueltas consonantes, como cielos, y lo hace azul. Cómo vuela. Cómo piruetea. Cómo nada en el cristal del tiempo. Cómo se maneja en la transparencia. Qué alarde de plenitud. Cuánta ala. El mantel sobre la mesa. Sobre la mesa el pastel. Permanezco quieto a ver qué pasa. Exhausta, muerta de belleza, cae en barrena. Inevitable golosa. La dejo hacer.

De "Curso de Gramática"

martes, 13 de noviembre de 2012

Retrato

Mi queridísimo retrato:

Apenas. Sólo a venas. Sólo algunas, muy pocas venas reconozco. Te reconozco. A mí. A duras venas. Al escondite con el tiempo, inmutable, imperceptiblemente amarillento, en asomo perpetuo tras el cristal enmarcado. Como desde un balcón de plata. No se cansan tus maseteros del rictus eterno. De la sonrisa larga. De años y años recalcitrantemente sonriendo. Los ojos como dos relojes imparables, tic-tac, tic-tac, abiertos. Incansables. Abiertos. Qué bárbaros. Nunca durmiendo. Nunca te los he pillado durmiendo... El pelo, brillante y denso, mi queridísimo retrato, el pelo volando, sólo roto el vuelo del flequillo por un remolino rebelde. Fiero. Los ojos incansablemente abiertos...

Mi queridísimo retrato. Si supieras cuánto te espío. Apenas me reconozco en ese niño. En ese niño siempre. En ese niño siempre sonriendo. Siempre volando. Siempre despierto. Nunca te he pillado durmiendo... Y a pesar de todo, a pesar de todo lo lejos, mi remotísimo retrato, me quedé. Me quedaste. Te estoy. Me sigues teniendo.

De "Cartas a mis cosas"

jueves, 1 de noviembre de 2012

A un muerto

(complete con cautela las oraciones causales que se proponen)

Porque ya no habla y ni la madre ni el amor ni los hijos pueden.

Porque los ojos han dimitido -huelga general de la memoria- y el paisaje resuelto en hambre la mirada.

Porque las manos sin dedos que las llamen ni otros platos que llevarse a las uñas.

Porque huele como sólo hiede -hiere- cuando ya no.

Porque la lengua se ha rendido y no busca y fláccida como un limaco y no juega y no penetra.

Porque los pies se han descalzado la vida y los reclama y los pisa acreedora la tierra.

Porque el sexo ha venido a menos.

Porque las tripas vacías se han llenado de agujeros.

Porque no tiene respiración ni cometas ni colores ni metales preciosos entre los huesos.

Porque regalar su boca es un imposible verso.

Porque no está.


De "Curso de Gramática"