domingo, 11 de junio de 2017

Diario de un poeta que acercó a Baroja y Juan Ramón a Poznan, Polonia (y II)

Hoy me marcho de Poznan

Hoy me marcho de Poznan. Es muy posible que Poznan nunca se marche de mí. Las cosas que uno vive y vivifica, las ciudades en que uno vive y le vivifican y, claro, las personas que uno conoce y que a uno le raspan, todo eso nunca se marcha. Nunca se marcha de mí.

Poznan 
Hoy me marcho de Poznan. Es muy posible que algo mío mínimo quede en esta villa. No me refiero sólo, por ejemplo, a mis excrementos. Sino sobre todo a algo metafísico muy mío. Vaho. Transparencia. Pena. Incluso es posible que el vuelo de alguna de mis clases sobre Juan Ramón planee Poznan eternamente. Incluso es posible que mi vino juanramoniano emborrachara de sangre algún corazón estudiantil.

Hoy me marcho de Poznan. Es muy posible que mi asco por Guillermo II y por los jerarcas del nazismo y por los jerarcas del comunismo prostituido se permanezca aquí. No quiero llevármelo. Quiero llevarme los ojos vulnerados por tanta Belleza como han querido ver.

Hoy me marcho de Poznan. Es muy posible que algún verso polaco se venga conmigo. Porque ahora mismo, para hacer tiempo, para que el tiempo me haga mientras espero ir al aeropuerto, estoy sentado, escribiendo -esto, escribiendo esto-, en la Biblioteca del Conde Raczynskich. Creo que este apellido significa “instante quieto”. Si no lo significara, debería. Porque ahora mismo, para hacer el tiempo, estoy sentado escribiendo en esta Biblioteca condal. Para disimular mi extranjería he cogido, al azar, un libro. Un libro polaco. En polaco. Estoy seguro de que es un libro de Poesía. No hay duda. Por la disposición tipográfica. Y porque el libro ocupa. Pero no pesa. Sin entender, entendiendo, he leído un verso polaco para que se venga conmigo. Y, en su página, he colado subrepticiamente -el bibliotecario, claro, está dormido- esto, esto que estoy escribiendo. Este manuscrito. Para que se inmortalice en Poznan. Para que me inmortalice en Poznan. Para que me inmortalice en la sección de Poesía de la Biblioteca del Conde Raczynskich.

Hoy me marcho de Poznan. Es muy posible que -metafísico- me quede.