domingo, 13 de septiembre de 2015

Mi queridísima alianza

Sabes, no me gusta el oro. Pero en ti el oro está hecho de dedos. Desvelado yo, esta noche el oro se me ha revelado bueno. Insomne yo, esta noche te he descubierto en la mano en la que llevas tanto tiempo. Estando. Resistiendo. Tanto y yo casi sin saberlo. Te lavas cuando me lavo las manos. Te estrechas cuando las estrecho. Cuando besas, beso. Y yo casi sin saberlo. De tanto permanecer conmigo. Sustancia mía. Compañera. Tu oro se ha hecho de mis dedos.

Despabilado yo, esta noche, mirándote, anillo mío, dos letras se me han puesto de manifiesto. Enlazadas. Dos letras. Dos iniciales. Dos potencias. La mía, la de ella. Dos letras grabadas en la tersa meseta de tu circunferencia. Todo mi mundo en dos letras. Mi querida alianza de oro. Contigo. Conmigo dos letras. Sustancia mía. No quiero quitarte. No puedo quitármelas. De oro. De dedos. Enlazadas. Dos letras.

De "Cartas a mis cosas"

No hay comentarios:

Publicar un comentario