viernes, 20 de diciembre de 2019

PoesíApp: La alcoba inhóspita


La alcoba era inhóspita. Hospitalaria. La luz ocremente fiera. No olía a nada. Como si la nada pudiera. Y ella. Ella. La vieja. Una quiebra. Derrengada. Vieja. A penas comer. Todo dormir. Anticipándose. Vieja. A un simple levantar de rodillas el alma le dolía con  fervor de muerta. Se le atragantaban las aguas del río. Le ahogaban los últimos meandros. A ella. A la vieja. Junto a ella, mayor, el hijo mayor. También mayor, la hija pequeña. Y la plétora rubia  de una nieta. De repente, tanto cuidado al mismo tiempo. La hija le abriga la mano. A la vieja. La mano de la vieja. La nieta le posa un pie. Con queja suave. Profunda. Y, mayor, el hijo mayor, sonriendo, llora. No. No todo era sórdido en aquella alcoba ocremente luz. Había también una frágil belleza. Una frágil belleza inhóspita.