jueves, 16 de septiembre de 2021

"Peregrinaje por la poesía"

El profesor Juan L. de la Cruz Ramos impartió esta conferencia el pasado 14 de septiembre de 2021, en la Asociación Artística Vizcaina, en Bilbao. Con ella se inauguró el trigésimo primer ciclo anual de las "Tertulias Poéticas" de los martes en Bilbao (Vizcaya).

Señoras y señores, buenas tardes. Vaya en este adelantado mi agradecimiento a la Asociación Artística Vizcaína por su invitación. Y, muy especialmente, mi agradecimiento a Don José Ramón López, su Presidente.

Este acto deriva su nombre de peregrinar, no de errar o vagar o vagabundear, pongo por caso. Y es porque un peregrinaje es un viaje tal vez errático -incluso erróneo-, tal vez vago, tal vez vagabundo, sí; pero esencialmente heurístico y alto. El peregrino viaja siempre buscando, con frecuencia encontrando y, pie a tierra, volando. Así nosotros esta tarde: peregrinos por la Poesía, peregrinos con Ella, buscándola, encontrándola, volándonos.

El gran poeta universal -cualquier época, cualquier lengua-, no descubro nada, es, claro, Juan Ramón Jiménez. «Yo tengo escondida en mi casa, por su gusto y el mío, a la Poesía. Y nuestra relación es la de los apasionados», decía el moguereño. Juan Ramón fue el elegido y el elector. Ella y él -Ella por él, él por Ella- se apasionaron mutuamente. Y se penetraron -con permiso, Federico- jondo. Hondo. Hondamente. A mí me visita a su capricho, asidua, esta Poesía juanramoniana, lorquiana; me visita asiduamente la Poesía: es dama elegante y popular, y es hombre y niña y niño y platero y luna y caleidoscopio; es prosa y verso, historia y tragedia, lírica y épica, ficción e infierno. Todo lo es la Poesía visitadora y asidua que nos guía en este peregrinaje, de santuario en santuario.

Un momento de la conferencia

Poesía es, mucho más que decir, decirse. Mucho más que decirse, sugerir. Poesía es introspección y extrospección. Es terapia y es refugio. Es acusación. Y es desafío. Desafío al hombre -a uno mismo y al otro- y a los dioses. Es revelación y es desvelo. Es el placer inmenso y el inmenso dolor de la creación pura. ποίησις. Poesía es, mucho más que responder, preguntar. Mucho más que preguntar, preguntarse. Rainer María Rilke, harto de la estupidez del joven poeta, le aconseja: “No busque ahora las respuestas: no le pueden ser dadas, porque no podría vivirlas. Y se trata de vivirlo todo. Viva ahora las preguntas”. Poesía: nada menos, vivirlo todo, vivir las preguntas…

Poesía es palabra. La sublimación de la palabra. Si el hombre es hombre porque es capaz de palabra, el hombre es máximo hombre -verbo al principio, dios- cuando es capaz de Poesía. Como concluyó Juan Ramón, el poeta, y sólo el poeta, es competente para hacer fable lo inefable. En efecto: el filósofo explica lo explicable y el científico explica lo mensurable. Ambos lo intentan, al menos. Sólo el poeta con su arma omnímoda, la metáfora, es apto para explicar lo inexplicable, para clariver lo invisible.

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