Murió enfermo de sus poemas. Sigue viviendo. Claro. Viviendo vivo, enfermo, imperfecto. Interfecto.
Se comportó muy amablemente, en verdad. La funcionaria del Registro. Cuando el poeta -soledumbre, sólo lumbre, sombra sola- solicitó su Certificado de Defunción. La funcionaria se sorprendió, clara. Pero, en los ojos de aquel enfermo, de aquel muerto vitalicio, detectó tanta prieta luz, tanta ciencia, que accedió sin rechistar a extenderlo. El Certificado. Nombre: Fulano De Paz, De Guerra. Causa del deceso: Estar. Fecha: Ahora y Siempre. Firmado y rubricado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario