Sin éxito. Me lo he aplicado tal cual reza el prospecto. Con esperanzada persistencia. Sin éxito. Como presuponía, no me ha surtido efecto. En el alma. La he sometido a tenaces, conspiradoras fricciones. Le he aplicado abundante género oleoso. A mi alma. Abundante linimento matadolores. Abundante ungüento con pretensión de panacea. Fiebre, el alma me ha ardido. Pero no se ha quemado la reuma de su pena. Ni la trementina, ni la picante cayena, ni el sasafrás, ni el alcanfor milagrosos la han curado. La contractura de mi alma. Resistente al tratamiento. Impertérrita. Inaccesible a bálsamo cualesquiera.
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