domingo, 12 de febrero de 2023

PoesíApp: El hermano Juan Bautista

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Desde mi más tierna dolencia hasta su continuidad en la primera juventud estudié con los Hermanos de las Escuelas Livianas. Guardo un buen remiendo. Aprendí mucho. Ciencias. Letras. Hipocresía. Bondad. Recuerdo, sobre todos, al Hermano Juan Bautista que, durante mi docencia, fue suspendido de sus funciones y expulsado de la orden. Sus clases de Religión me eran puro goce. Sostenía -y nunca se enmendaba- una teología heterodoxa. Fascinación. Sostenía que los teólogos, a lo largo de la historia, se habían empeñado en un Dios monomaníaco del todopoder, un Dios muy humano, por tanto; un Dios reverenciable al que nos debíamos dirigir genuflexos. El hermano Juan Bautista proclamaba, en el desierto, un dios frágil, vencible, un dios bajito que mendigaba nuestra protección y al que debíamos amar compasivamente. Ay, el hermano Juan Bautista, al que tanto remiendo. Suspendido. Y expulsado.

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