domingo, 31 de mayo de 2015

Mi querido aplicador de betún

Escribo hoy tu detergente batalla contra el barro. ¿Por qué, mi pertinaz embaucador, te empeñas en abrillantar la piel tocada por la tierra? ¿Por qué, mentiroso artificial, quieres barnizar lo que ha mitificado la impureza? Betún arrogante e insolente, ¿por qué desnudas al polvo del polvo? ¿Por qué de unos pies honrados y rendidos pretendes charol desalmado, frío? Betún, inmaculado dogmático, dinero sin trabajo, agua sin vino, miserable aplicador tramposo y tinto, ¿en nombre de qué te atreves a corregir charcos, a enmendar limos?

Implicador farsante, trolero, liante, explicador indigno, complicador, voluntarioso replicador de la realidad, te suplico, negro aplicador falsario, timo, me dejes -manchándome, viviéndome- retozar hasta la última hez en la mierda del camino. Vade retro.

De "Cartas a mis cosas".

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