Cuántas noches cupieron en aquella noche endrina. Cuántas estrellas funerales. Aquella noche no fue negra. Que fue grana. Azulada. De un azul sucio. De un azul mancha. Aquella noche negra y grana. Opaca. Cuántas noches estuvo delirando aquella noche Manuel entre la cal de mis lágrimas. Se moría poco a poco. Apaleado. Mi pajarillo gigante. El cordero palanca capaz de levantar la tierra con la palabra. Se moría. Le daba agua. A poquitos. En miga de pan untada. Un poco de agua. Y besos a carretadas. Se moría pero aguantaba. Aún no era la hora. Aguantaba.
Fragmento novela "Según María".
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