viernes, 15 de enero de 2021

PoesíApp: Tuero

No mi naturaleza humana, sino la otra, la inhumana, la naturaleza que se dice madre, mi enemiga -en palabra exacta-, llama TUERO al madero último, tal vez primero, de la pira en la chimenea. El tuero es el leño basar, el leño que se permanece encendido leño, el que -hondo- cobija la brasa, el que, dice la mala natura, jamás ceja en arder, el leño rescoldo que, en imposible prodigio, clueco, embarazado siempre de fuego, se quema eternamente sin quemar su eterna madera, sin quemar su substancia eterna, ésta sí, de madera madre. Mi humana naturaleza me dice que yo, poeta achicharrado, no soy, no puedo ser, nunca seré, tuero.

PoesíApp: Dr. Sloan

Sin éxito. Me lo he aplicado tal cual reza el prospecto. Con esperanzada persistencia. Sin éxito. Como presuponía, no me ha surtido efecto. En el alma. La he sometido a tenaces, conspiradoras fricciones. Le he aplicado abundante género oleoso. A mi alma. Abundante linimento matadolores. Abundante ungüento con pretensión de panacea. Fiebre, el alma me ha ardido. Pero no se ha quemado la reuma de su pena. Ni la trementina, ni la picante cayena, ni el sasafrás, ni el alcanfor milagrosos la han curado. La contractura de mi alma. Resistente al tratamiento. Impertérrita. Inaccesible a bálsamo cualesquiera.

PoesíApp: Ser ola

Quizá, mucho peor que ser Juan me hubiera sido ser ola. Humedad y salumbre, las olas nacen sin saber delimitar exactamente dónde. Vagan, yerran cuasi eternas. E, irremisibles, rompen, se rompen. Acecha -vientre- una orilla traicionera.

Pensándolo ruin, quizá mucho más que ser Juan me he sido, perpetuo -humedad y salmuera-, ola.