“Ayer toda la tierra en las horas
no fue suficiente para decirte. Faltaron kilómetros a las manecillas, todos los
surcos de la esfera. Ayer, mientras se desaforaban los libros, y el sol
delante, arriba, se aceleraba -traqueteando- hacia los rieles de la noche,
apenas tuve tiempo para respirar tu piel. Ayer, entre tanta camisa, entre
tantos dados sin hielo, entre tantos mofletes de ojos grises, entre los padres
a cientos, y los padres sin parar, ayer, repito -hoy, sí- no pude invadir mis
penas con tus silencios en pie. Ayer me falló aliento, se borró el tiempo para
decirte lo que sé. Ayer solo me desnudé mil veces. Hoy, estos versos me delatan
la penúltima vez”
Avance de “La misma agua” (Arte Activo
Ediciones, Vitoria-Gasteiz 2017).
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