El médico me ha dicho que tengo que
tomar la pastilla durante años. La droga contra la postración. Porque me va a
durar kilómetros. Me ha dicho que una célula de pena, como una bacteria, como
una flecha, se ha clavado en la libélula de mi amor. Me ha dicho, también, que
las plumas de la paloma de mi esperanza han perdido las alas. Ya no podrás
volar. Ha concluido.
El médico me ha recetado la
pastilla, crónica, para todos los kilómetros de la soledad. Yo no confío en que
la píldora sea suficiente piedad para mi horizonte. Lenitivo bastante para la
SUMMA de mi dolor. Creo -me creo- que, a pesar del tratamiento, lo inevitable
es ser espina en corona de pasión…
A pesar del tratamiento, ahora, si
miro al cielo, es para estrellarme. De entre toda la rabia de todos los
miserables de la vía láctea la mía es más.
29 - 5
- 13
No hay comentarios:
Publicar un comentario