"La Bitácora de Lázaro Valbuena" supera las 25.000 páginas leídas
Juan L. de la Cruz |
Una de las moléculas de la belleza de la lectura es su
misterio. Es ya un misterio que el poeta sea poeta y escriba. Podría ser poeta
y tallar hiedras preciosas. Por ejemplo. Pero el gran misterio, el asustador,
es que al otro lado del poema, allá en el precipicio de los versos, haya un
hombre leyéndolo. Un hombre al que no conozco pero al que conozco por mis
versos. Un hombre que no me conoce pero que me sabe en mi voz.
Una de las moléculas de la belleza de la lección es su
misterio. A mí me fascina que estas páginas digitales cuenten veintitantasmil
lecturas anónimas. Lecturas de yo no sé quién aunque le presiento. Te
presiento. Lector hermano en la fraternidad de la palabra exacta, etéreamente
electrónica, cálidamente volandera.
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