domingo, 1 de septiembre de 2013

Astilla

No sé de qué rama o de qué palo o de qué vena, la astilla. Una mínima y malévola púa se me ha clavado en la pulpa del índice. Escociéndome, se me ha entrado un puñalito de madera. Cuando señalo con mi dedo la carne se me tensa y me pincha más. Es curioso. A mí me entusiasma la madera. Su brillo. El río de sus vetas. Su nobleza. Su potencia de arte. La taracea. Me entusiasma la madera. Es la primera vez que me hiere. También es la primera vez que me penetra.

Ojalá, ahora que lo viento, al menos una astilla de ella, de mi ella, de alguna de sus venas, me residiera clavada en mi dedo corazón. Ojalá, escociéndome, zalameramente me doliera. Ojalá me punzara al tensar el amor. Ojalá me penetrara, todavía, su madera. La madera de ella…

10 - 7 - 13

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