viernes, 4 de enero de 2019

PoesíApp: ¿Por qué Federico llevaba pajarita?

En mi Biblioteca hay infinidad de libros. Hay un infinito en libros. Hoy deseo librear uno. 

Por las mañanas, recién levantado, me ejercito. En mi Biblioteca. Me ejercito. Engañadoramente. Una suerte de filia física entre la gimnasia para ancianos y la ancianidad titiritera. Al final de la ímproba tabla atlética me apoyo exhausto en una mesa sobre la que aterriza él. El libro. El libro de Federico. 

Por las mañanas, todas las mañanas, recién ejercitado, sonrío a su portada. Sonrío a la portada desde la que Federico... Desde la que Federico se contorsiona. Ataviado con un terno. La mano derecha impulsiva. En alza. La izquierda abajada, asida a un bastón. No un bastón de mando. De canto. Un bastón de canto. Federico. Con su terno. En salto. Saltando. Contorsionado. Con su pajarita. No está saltando Federico. En verdad no está saltando. Con su pajarita al cuello -pájaro al cielo, claro- Federico no está saltando. Volando. Federico está volando. En la portada de mi libro. Y siempre. Como siempre. Federico siempre volando.

Por las mañanas. Todas las mañanas. Yo. Exhausto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario