Castilla canicular. Índigo y luz. Cereal. Ocre ilusión, alusión gualda. Canicular Castilla, raíz de hermosura seca por doquier. No hay casas. Ni afeites. Natura toda. De repente, un cuadrángulo de girasoles. Miles de flores -ciegas de belleza- contemplando. Contemplándola. La estrella. Indiferente ésta ante tamaña reverencia. Miles de girasoles. Perdida entre tanta religión, arrogante, asfixiada, la amapola. La singular. La singular amapola. Sangre única y sola. Rubor miserable. Y desafío. Cómo te comprendo, bárbara roja. Cómo te hago verso.
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