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Qué equivocación. Qué aturdimiento. Haber pasado. Tanto, tanto extenso. Haber errado -cuánto- sin saberlo. Yo, que creía estar anudado a ella en ballestrinque. A ella. La vida. La belleza. La misma. Y no. Es que no. Es que. La verdad es que. La maldad es que la otra, la muy otra, fue quien me ató, de nacimiento. La otra. Me ató. Me ataúd. Inzafable. En ballestrinque.
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