Primera.- Según los manuales de Estadística un porcentaje del 0'1 es despreciable. El hecho de que, por ejemplo, el 0'1% de la población -palabra odiosa: uniforme y negra- se alimente de trasparencias y de la eufonía de libélula; tal hecho, digo, tal evidencia gastronómica -tal vez astronómica- resulta estadísticamente irrelevante.
Tranquilos, muy tranquilos pueden estar -lo están- los miembros de ese casino -el 0'1% de la población- que poseen el 90% -tal vez el 99%- de todas las opacidades y de la cacofonía de opulencia.
Segunda.- Según algunos manuales de física la nada no existe. Es imposible que en el universo haya nada. Es imposible el absoluto vacío. Nada y vacío tienen nombre...
Por supuesto esos miserables físicos -bienintencionados, radicalmente cretinos- jamás se han ocupado en investigar mi corazón.
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