Regreso solo. Solo, regresar es mi horma de vida. La forma de mi zapato. Regreso, pues, hoy también, sin nadie; tras tener que haberte dejado; tras tener que me hayas asolado. Regreso, pues, triste. Y, sin amargo, a cesar de todo, otra vez cabe tanta belleza en mi tristura, tanta hermosura en mi regreso, tanta bondad en nuestra dejación, tanta -en la soledumbre- ternura...
No hay comentarios:
Publicar un comentario